9 lecciones que hemos aprendido en 2020 y que no deberíamos olvidar
Este ha sido un año muy complicado. Todos nos hemos visto sumergidos por el tsunami que ha supuesto la irrupción del coronavirus en nuestras vidas, en nuestras empresas. Hemos tenido que adaptarnos, que aprender a hacer las cosas de otro modo, en definitiva a sobrevivir y caminar sobre la cuerda floja sin red. Pero no todo ha sido malo, vamos a rescatar 9 lecciones que hemos aprendido en 2020 y que no deberíamos olvidar para mejorar la competitividad de la empresa en el futuro.
Porque muchas de las decisiones que se han tomado en los negocios han sido obligadas. No quedaba más remedio debido a restricciones, a la falta de clientes o a un cambio de modelo impuesto por las circunstancias. Esto no implica que vuelta a la normalidad no se pueda seguir explotando nuevas áreas de negocio que se han abierto.
1. Teletrabajar no es ciencia ficción
Nos fuimos un viernes de la oficina y el lunes ya estábamos trabajando desde casa. Con todas las limitaciones, imperfecciones o problemas que ha generado, lo cierto es que se ha demostrado que teletrabajar no es ciencia ficción. Se puede trabajar desde casa, hacerlo de forma productiva e incluso mejor que en la propia empresa en determinadas circunstancias. Veremos si esta tendencia ha llegado para quedarse o simplemente será algo pasajero.
2. Se puede vender por Internet y debemos seguir haciéndolo
Muchas empresas vieron como ese siguiente día no podían abrir sus negocios a pie de calle. Era el momento de vender por Internet. Los que no tenían nada se han tenido que poner al día y aprender, montar o gestionar su tienda online en tiempo récord. Pero montar la tienda es lo más sencillo. A nivel técnico se hace rápidamente. Lo complicado es que los clientes nos encuentren y después nos elijan.
Aquí tenían mucho ganado todos aquellos negocios que habían creado una comunidad de clientes en las redes sociales, ya sea Facebook, Instagram o Tik-tok... Los que llevaban tiempo trabajando en sus canales simplemente dedicaron más tiempo a promocionar productos, a anunciar rebajas, etc. y lograron vender, sin llegar a compensar la pérdida del cierre del negocio, pero manteniendo ingresos.
3. La comida a domicilio o para llevar es una tendencia al alza
Esto también ocurrió en el sector de la restauración. A pesar de que la comida a domicilio ya llevaba tiempo siendo una tendencia, muchos no ofrecían este tipo de servicios, tanto a domicilio como la comida para llevar. Y han tenido que aprender a preparar, empaquetar y cómo crear la oferta más atractiva para clientes manteniendo margen de beneficio.
Todo este aprendizaje no debería caer en el olvido. Para muchos ha supuesto una nueva línea de negocio que podrían seguir explotando con la vuelta a la normalidad o montar un negocio paralelo al que ya tienen o buscar su propio repartidor si les salen las cuentas. Para otros ha supuesto encontrarse con una gran cantidad de problemas porque no tienen un control de costes adecuados, que antes quizás no tenían en cuenta al trabajar con un margen mucho mayor.
4. Las herramientas para trabajar determinan nuestra productividad
Nos fuimos a trabajar a casa y nos dimos cuenta que ese portátil que compramos hace tres o cuatro años para entrar en Internet y poco más no nos servía para trabajar, que la silla nos estaba destrozando la espalda si pasábamos 8 horas cada día sentados o que necesitamos llevarnos a la nube parte de nuestra información en la empresa.
Y que si no renovamos o cambiamos a tiempo, luego no podemos elegir. Muchas empresas como asesorías y despachos se vieron desbordados de trabajo y no estaban preparados. Es el momento donde el programa de gestión y el ordenador hacen que el trabajador vaya más rápido que sus herramientas y esto cuando se tiene mucho trabajo puede ser desesperante.
5. La formación nos ayudará a salir más rápido de la crisis
Los periodos de pausa, de poco trabajo se han aprovechado en muchas empresas para formar mejor a su personal. No solo para que puedan hacer mejor sus tareas, sino para que también adquieran nuevas habilidades que puedan ayudar a salir antes de la crisis siendo más competitivos.
Parte de esta formación se ha ofrecido a distancia. Hemos visto muchos cursos online, ponentes que daban sus clases a través de videoconferencias. Hablamos de formación para empresas, pero también para clientes, que en muchos casos utilizan nuestros productos o servicios y no exprimen todas sus capacidades por desconocimiento.
6. Los equipos de trabajo son un refuerzo para las empresas
En este sentido las empresas que tenían buenos equipos de trabajo han visto como los empleados reforzaban su compromiso para salir adelante todos juntos. Otras donde lo que prima es la alta rotación de trabajadores simplemente los han enviado al ERTE o despedido directamente y empezarán de cero cuando vuelva la normalidad.
7. La comunicación es clave para mantener clientes
Muchos clientes se han visto desamparados al no poder llegar a nuestra empresa. La comunicación, mantener el contacto en los peores momentos se ha visto como algo clave para fidelizarlos todavía más. En algunos casos, el canal de comunicación ha sido clave incluso para captar nuevos clientes que no encontraban en otras empresas las respuestas que necesitaban.
8. Si tenemos todos los huevos en la misma cesta
Diversificar un negocio muchas veces implica un gran esfuerzo. Pero también es una red de seguridad. Si solo vendemos a pie de calle y de repente deja de pasar gente por delante de nuestro negocio tenemos un problema. Si tenemos un negocio para turistas y no se puede viajar tenemos un problema. Si ofrecemos menús para trabajadores empresas cercanas y están trabajando en casa tenemos un problema.
Con esto quiero decir que tener varias líneas de negocio o no solo focalizarnos en una concreta, por muy rentable que sea, nos puede ayudar en momentos difíciles. También varios canales de venta o buscar no focalizar en un único tipo de cliente.
9. A veces es mejor cerrar a tiempo que endeudarse
Esta quizás es la más dura. Algunos lo vieron venir y ya lo pronosticaron en su momento. Mejor cerrar ahora el chiringuito, despidiendo personal, no pidiendo ayudas y esperando a tiempos mejores. Los costes fijos para mantener el negocio abierto en una crisis como la actual han ahogado a muchas empresas, generando una deuda tan grande que les ha llevado al concurso de acreedores o les va a lastrar durante los próximos años.
El que cerró a tiempo tiene la oportunidad de volver a empezar en 2021. Empieza de cero, pero sin la pesada carga de la deuda y en un entorno económico diferente, que le permite ajustar costes, negociar mejor un alquiler o adaptarse a las circunstancias mucho mejor.
Imagen | harishs en Pixabay
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La noticia 9 lecciones que hemos aprendido en 2020 y que no deberíamos olvidar fue publicada originalmente en Pymes y Autonomos por Carlos Roberto .
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